lunes, 5 de noviembre de 2007

Gutenberg y la imprenta

Como todos los grandes descubrimientos, la invención de la imprenta en 1440 originó todo tipo de controversias y reacciones favorables y en contrario. Transcurrieron muchos años antes de que este sistema, creado por Juan Gutenberg , fuera aceptado por los círculos científicos e intelectuales de Europa.
Los historiadores actuales coinciden, sin embargo, en incorporar a la imprenta como uno de los objetos fundamentales que llevaron a desarrollar el movimiento cultural llamado Renacimiento.

Libros y trapos

La invención del alemán Gutenberg revolucionó la cultura de la época, aún cuando la imprenta no fue bien recibida en los primeros años. Algunos veían en ella la decadencia de la dignidad de la cultura, confiada para su difusión a las manos de los obreros. Otros temían que se propalasen escritos inmorales o que incitasen a los pueblos a la revolución.
Hasta ese momento, todos los libros estaban escritos en volúmenes hechos de cuero de oveja o cabra, especialmente adecuado para ese propósito. La imprenta trajo aparejada la creación del papel, que se hizo con la utilización de trapos. El uso de las camisas se había popularizado en todas las grandes ciudades, razón por la cual abundaban los trapos.
Los inventores fueron los árabes, quienes aprendieron de los chinos, que también ocupaban fibras vegetales. Los opositores más empecinados de la imprenta fueron los copistas de pergaminos, porque veían en ella su desocupación, y los propietarios de bibliotecas, porque temían la desvalorización de sus manuscritos.

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